¿Imaginas un mundo en el que nuestro desarrollo no comporte el deterioro del entorno en que vivimos, o de la misma naturaleza?

En el momento actual, el VE es un paso importante hacia una movilidad sostenible, necesaria, imprescindible, para luchar contra el cambio climático, explica Esther de Aragón, la autora de este GuíaBurros.

Nuestras ciudades, e incluso nuestros campos, se ven contaminados por el impacto del ser humano. Los hábitos deben modificarse para no seguir dañando nuestro entorno. Cualquier acción, por pequeña que sea, será beneficiosa para nuestra Tierra. Pero, ¿y si unimos muchas voces y acciones?

Para ello: información, no desconocimiento; preocupación, no indiferencia; implicación, no pasividad. En esa línea llega este GuíaBurros sobre el vehículo eléctrico. Hablar de él hace que entremos plenamente en el mundo del progreso, de la tecnología, de la movilidad, pero también nos hace recapacitar sobre sostenibilidad, emisiones no contaminantes y cambio climático.

La gran parte de la culpa se la lleva los gases del efecto invernadero ocasionados por la sociedad. Pero no sólo el CO2 es un objetivo a combatir, si no que nuestras ciudades deben someterse a modificaciones para no seguir dañando nuestro entorno.

Las referencias al vehículo eléctrico deben empezar por establecer un escenario que, primordialmente, nos ayude a entender el porqué de la urgencia que parece haber llegado en los últimos tiempos, tanto a una parte de la sociedad, como a instituciones y gobiernos.

Las políticas de la Unión Europea son claras, así como su apoyo a proyectos e iniciativas que reduzcan la congestión urbana y fomenten formas más limpias de transporte y desarrollen combustibles alternativos.

Si miramos hacia atrás, comprobamos que Europa afrontaba en el año 2018 una de las batallas cruciales en la lucha contra el cambio climático: poner fin a las emisiones contaminantes en el transporte por carretera. Desde esa fecha, se comenzó a estudiar las emisiones de CO2 de los vehículos nuevos, así como la progresión que debían llevar.

Ese mismo año, Elisabeth Köstinger, la ministra Federal de Sostenibilidad y Turismo de Austria, explico que la transición hacia la descarbonización del transporte resultaba compleja para la industria, pero que aun así, la reducción de las emisiones era necesaria, con lo que una mayor oferta de vehículos de bajas emisiones, con una mayor autonomía con precios más bajos debía convertirse en realidad.

Y aquí es donde está el quid del vehículo eléctrico.

 

Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Hace treinta años decidió unir tres de las actividades que más le gustaban y hacer de ello su profesión: viajar, sobre todo para conocer España, conducir y escribir. El resultado ha sido una serie de trabajos y proyectos para Diario 16, Motor 16, Auto y Diesel, Next Car, Auto Aventura, Solo Auto 4×4, Solo Hostelería, Solo Nieve, Solo Monovolúmen, En ruta (AUTT), Flotas (LeasePlan), Diario de Soria y La Gaceta de los Negocios. Además, ha realizado proyectos culturales para fabricantes de vehículos que han sido publicados en las diferentes revistas.

 

 

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